Un preservativo es un método con forma de funda utilizado durante las relaciones sexuales para reducir la probabilidad de un embarazo o de contraer una infección de transmisión sexual (ITS). Normalmente estos condones están fabricados en látex.
Sin embargo, algunos hombres y mujeres son alérgicos a este material natural obtenido a partir de plantas y hongos por lo que desde hace no mucho tiempo se comenzaron a comercializar preservativos sin látex o también conocidos como preservativos de poliuretano.
Las grandes ventajas de los preservativos de poliuretano
Los preservativos de poliuretano son condones fabricados con hojas de poliuretano, material plástico que viene de diversas formas y que puede ser rígido o flexible. Estos condones cubren totalmente el pene al momento de colocarse durante el acto sexual y son más resistentes, delgados y flexibles que los condones clásicos.
El motivo de la llegada de los preservativos de poliuretano se debe a la alergia que presentaban muchas personas a este material y que se vieron en la necesidad de buscar alternativas, por lo que si usas poliuretano no tendrás ningún tipo de irritación, inflamación, quemazón o enrojecimiento en tus partes íntimas.
Otra ventaja es que son más finos que los condones de látex, 30% más delgados, garantizando así mayor sensibilidad y contacto con la piel, además de transmitir más el calor corporal durante las relaciones sexuales y aumentando el placer.
El látex, por ser un material proveniente de la naturaleza, se degrada lo que significa que no debe exponerse a sustancias grasas, humedad o el ozono. Sin embargo, el poliuretano es un polímero que no se ve afectado por las mismas condiciones que el látex por lo que puedes usarlos en cualquier momento, eso sí revisando la fecha de vencimiento antes.
No se rompen ni se deforman durante el acto sexual ni al utilizar lubricantes o aceites, a diferencia de los de látex. La desventaja que presentan es que suelen ser más costosos que los condones tradicionales.