Frases de Juana de Arco ​también conocida como la Doncella de Orleans, ​ fue una joven campesina que es considerada una heroína de Francia por su papel durante la fase final de la Guerra de los Cien Años.

Frases de Juana de Arco

  • Yo preferiría morir que hacer algo que sé que es un pecado, o que está en contra de la voluntad de Dios.
  • Es mejor estar solo con Dios. Su amistad no me fallará, ni su consejo, ni su amor. En su fuerza, me atreveré, me atreveré y me atreveré hasta que muera.
  •  La gente pobre vino alegremente a mí, porque no les hice nada cruel, sino que les ayudé tanto como pude.
  • Dices que eres mi juez. ¡No sé si lo eres! Pero te digo que debes tener mucho cuidado de no juzgarme erróneamente, porque te pondrás en gran peligro.
  • Esa voz me decía que yo levantaría el asedio de Orleans: Tú debes salvar a la nación y al rey.
  • Esperanza en Dios. Si tienes buena esperanza y fe en Él, serás liberado de tus enemigos.
  • Mis voces me dicen: No temas, responde con atrevimiento, que Dios te ayudará.
  • ¿De qué otra manera me hablaría Dios, si no fuera a través de mi imaginación?
  • Una vida es todo lo que tenemos y la vivimos como creemos.
  • Siempre permanece cerca de mí, pues mañana tendré mucho que hacer y más de lo que haya tenido jamás, y mañana la sangre saldrá de mi cuerpo por sobre el pecho.
  • Del amor o el odio que Dios tiene por los ingleses, no sé nada, pero sé que todos serán expulsados de Francia, excepto los que mueran allí.
  • Ya que Dios me ordenó ir, debo hacerlo.
  • Todo lo que he dicho o hecho está en manos de Dios. ¡Me comprometo con él!
  • Avanza valientemente. Miedo a nada. Confianza en Dios; todo estará bien.
  • ¡Ay! ¡Que mi cuerpo, limpio y completo, nunca ha sido corrompido, hoy debe ser consumido y quemado en cenizas!
  • Prefiero morir que hacer algo que sé que es pecado, o estar en contra de la voluntad de Dios.
  • Sólo a Dios me remito. Y en lo que toca a mis visiones, no acepto el juicio de ningún hombre.
  • Me advirtieron que adoptara ropa femenina; me negué y aun me niego.
  • Si no estoy en la gracia de Dios, que me ponga ahí. Y si estoy, que me guarde.
  • Jamás cometí pecado mortal. Porque en tal caso mis voces me lo hubieran reprochado, mis Espíritus me hubiesen desamparado.
  • Lo vi tan claramente como te veo a ti. Y cuando partieron, lloré y deseé que me llevaran con ellos.
  • Si alguna vez me escapo, nadie me reprochará haber quebrantado o violado mi fe, sin haberle dado mi palabra a nadie, quienquiera que sea.

 

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